Cómo identificar los gastos invisibles

Estamos escuchando mucho últimamente el término “gastos invisibles”, pero pocos saben qué gastos concretos se incluyen bajo este epígrafe y cómo detectarlos. Los gastos invisibles o gastos fantasma son aquellos que ocurren sin que te des cuenta, hasta que normalmente a final de mes echas cálculos y aparecen. Se trata de gastos que no categorizamos como importantes (alquiler, hipoteca, seguro del coche), pero que poco a poco van erosionando nuestro presupuesto.

Y ese es el problema de los gastos fantasma. Casi siempre, al realizar un presupuesto, crees saber más o menos cuánto te va a costar cada cosa. Pero algunas veces, ya sea por falta de tiempo o por falta de concentración, seguimos repitiendo los mismos errores y al final nos damos cuenta de que el presupuesto se ha disparado. Desde Ferratum te damos unos consejos para ser más consciente del dinero que gastas.

 

Pregúntate si todo los productos y servicios que compras son esenciales

Lo primero que necesitas es crearte el hábito de evaluar si todo lo que adquieres es esencial o no. Así quizá descubras que muchos de los productos que compras luego no los utilizas casi, que no puedes evitar las compras impulsivas o contratas servicios que realmente no necesitas.

Organiza el dinero que gastas en ocio, porque es donde casi siempre se van estos gastos invisibles (que si las cañitas, comer fuera, vamos al concierto…). Asígnate un dinero para el fin de semana, por ejemplo, y no te permitas superarlo, para así asegurarte que siempre te queda para final de mes.

 

Comprueba cada gasto… dos veces

Siempre lo decimos: monitorizar tus movimientos ese esencial. Todo cambio que quieras realizar en tus hábitos sólo vendrá desde un profundo conocimiento de los mismos. O, lo que es lo mismo, no puedes solucionar un problema que desconoces. Hay multitud de apps que sirven para llevar la cuenta de tus gastos de forma automática, categorizarlos y realizar informes mes a mes, como Fintonic o Mooverang. Así serás plenamente consciente de tus finanzas personales y sabrás por dónde recortar.

 

Gasta con cabeza

Aunque de primeras suene algo loco, a veces es buena idea gastar más dinero, porque te lo ahorrarás en el futuro. Por ejemplo, si tienes que comprar una caldera nueva, que es una inversión considerable, en lugar de ir a por el modelo más barato, puedes pedir un préstamo rápido y comprar una más eficiente. Así, la inversión inicial se amortizará con el tiempo, los gastos mensuales serán menos y casi seguro que te durará más tiempo.

Hagamos un ejercicio rápido: ¿de qué gastos fantasma crees que podrías prescindir este mes? ¡Todo es ponerse!

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