El regalo es regalar: comprar para otros aumenta nuestra felicidad

El regalo es regalar: por qué comprar para otros aumenta nuestra felicidad

“Recuerda que las personas más felices no son las que más reciben, sino las que más dan.”
– H. Jackson Brown, Jr.

Ya sea comprar un pequeño regalo o invitar a una ronda de bebidas a tus amigos, ser generoso nos hace sentir felices y también nos ayuda a fortalecer nuestras relaciones. Esto se debe a que nosotros, como humanos, somos criaturas inherentemente sociales.

Con la temporada de regalos a la vuelta de la esquina, reflexionar sobre los sentimientos que experimentas al comprar un regalo para un ser querido o amigo puede ser un maravilloso recordatorio del verdadero espíritu de la Navidad.

El regalo es regalar

En el artículo llamado The Psychology of Gift Giving and Happiness, se explica cómo los investigadores han descubierto que la entrega de regalos proporciona al donante tanta satisfacción como el receptor, ya que permite al donante experimentar un autoconcepto "positivo, sentirse generoso y valioso". 

En otras palabras, comprar regalos para otros puede aumentar nuestros propios sentimientos de unión y felicidad.

 

Por qué nos hace sentir bien

“La manera de dar vale más que el regalo.”
― Pierre Corneille

Entonces, ¿por qué gastar en otros nos hace sentir bien? Como se describe en un artículo titulado Spending Money Promoting Happiness publicado en la web del Programa de Psicología Positiva nos hace sentir bien porque nuestros cerebros tienen un sistema de recompensa incorporado, la oxitocina, que maneja la forma en que interactuamos con los demás. Cuando gastamos dinero para hacer sonreír a nuestros amigos y familiares, nuestro cerebro nos recompensa y nos hace sentir bien.

Qué comprar

“Cuando damos regalos en Navidad, necesitamos reconocer que compartir nuestro tiempo y a nosotros mismos es una parte muy importante de dar”
– Gordon B. Hinckley

Los estudios han demostrado que los regalos que proporcionan, al receptor, una experiencia en lugar de posesiones materiales son más significativos y pueden llevar a sentimientos de más unión.

Un estudio realizado por Cindy Chan, del Departamento de gestión de la Universidad de Toronto Scarborough y de la Rotman School of Management, mostró que las experiencias como regalos, son más efectivas para mejorar las relaciones, que los regalos físicos. Chan dice: "Un regalo experiencial provoca una fuerte respuesta emocional cuando un receptor lo consume, como el miedo o el temor de una aventura de safari, la emoción de un concierto de rock o la tranquilidad de un balneario, y es más intensamente emocional que una posesión material.”

Una experiencia puede ser cualquier cosa, desde entradas para un partido de fútbol, un abono para una galería de arte local, una reserva en un restaurante o un paseo en globo aerostático. La elección es infinita.

Hazlo personal

Hacer que el regalo sea personal para el destinatario es otro factor importante. Por ejemplo, si al beneficiario le gusta pintar, puedes comprarle un vale para que asista a un curso de arte, o si le gusta el yoga, puedes comprarle clases en un estudio de yoga local.

¿Quieres hacer que el impacto del regalo sea aún mayor? ¡Inclúyete a tí mismo! Por ejemplo, en lugar de simplemente dar entradas para el cine, podéis elegir una película en la que ambos tengáis un interés mutuo e ir a verla juntos. Reserva una mesa en un restaurante para los dos. Ir a un concierto juntos. Ver un partido de fútbol juntos.  

“El mejor regalo que puedes darle a alguien es tu tiempo porque cuando das tu tiempo, estás dando una porción de tu vida que nunca recuperarás.”
- Anónimo

¡Ya está aquí la Navidad y el regalo que tienes que dar!

 

 

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